Cada 22 de diciembre, Honduras conmemora la Batalla de la Trinidad de 1856, un hito histórico durante la Campaña Nacional.
En este enfrentamiento, las fuerzas hondureñas, lideradas por el General Máximo Blanco, se enfrentaron a los filibusteros de William Walker.
Durante la batalla, Nicolás Aguilar Murillo, un agricultor de Barva, destacó al capturar un cañón enemigo y derrotar a un filibustero llamado Thompson en un combate cuerpo a cuerpo.
La estrategia de los hondureños fue clave: con 200 soldados, atacaron desde tres flancos y lograron apoderarse de La Trinidad en solo cuarenta minutos, sufriendo pocas bajas en comparación con los filibusteros.
La Batalla de la Trinidad tuvo lugar en la desembocadura del río Sarapiquí al río San Juan, marcando un punto crucial en la historia de Honduras.
Antecedentes de la Batalla de La Trinidad
La Batalla de La Trinidad fue parte de un conflicto más amplio en Centroamérica entre 1811 y 1884.
En este caso específico, el General Manuel José de Arce y Fagoaga ordenó al Teniente General José Justo Milla Pineda derrocar al gobierno hondureño del Presidente Dionisio de Herrera.
La invasión comenzó el 19 de enero de 1827, cuando Milla marchó con el Segundo Batallón Federal hacia Honduras, tomando ciudades como Los Llanos de Santa Rosa y Comayagua.
Desarrollo de la Batalla
La batalla tuvo lugar el 11 de noviembre de 1827, en el Valle de la Trinidad, con Morazán liderando las fuerzas aliadas contra Milla y sus tropas federales.
El combate duró cinco horas, culminando en una victoria para Morazán y la derrota de Milla.