El estudio «Élites, Redes de Poder y Régimen Político en Honduras», realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) y Oxfam Honduras en 2018, arrojó luz sobre las dinámicas de poder en Honduras. En este artículo, exploraremos las 10 familias más poderosas según este informe y su impacto en la sociedad hondureña.
El panorama de las élites hondureñas
El informe identifica cinco grandes grupos económicos y de poder que ejercen un control significativo sobre la economía, la política y la justicia en Honduras. Estos grupos son los pilares de lo que se conoce como la oligarquía hondureña.
1. Carlos Kattán
Como representante de la industria textil maquiladora, Carlos Kattán encabeza esta lista de oligarcas y magnates. Su influencia en el sector es innegable y su participación en la economía del país es fundamental.
2. Camilo Atala Faraj del Grupo Ficohsa
Camilo Atala Faraj, del Grupo Ficohsa, es otro de los principales actores en el panorama económico hondureño. Su grupo tiene intereses en el sector financiero y su influencia se extiende a otros ámbitos de la economía.
3. Gilberto Goldstein del Grupo Atlántida
El Grupo Atlántida, liderado por Gilberto Goldstein, es una fuerza importante en el sector financiero y empresarial de Honduras. Su participación en la economía del país es significativa y su influencia se hace sentir en diversos aspectos.
4. Eduardo Kafati del Grupo Intur
Eduardo Kafati y su Grupo Intur son parte integral del entramado económico hondureño. Sus inversiones y negocios abarcan diversos sectores, contribuyendo al poderío económico de estas élites.
5. Ángelo Botazzi y Nazry Asfura Zablah de la industria de la construcción
La industria de la construcción también está representada en esta lista por Ángelo Botazzi y Nazry Asfura Zablah. Su influencia en el desarrollo urbano del país es notable y su participación en proyectos clave es significativa.
La consolidación del poder oligárquico
La actual oligarquía hondureña tiene sus raíces en el siglo XX, cuando las reformas económicas facilitaron la concentración de poder en manos de unas pocas familias. Desde entonces, estas élites han ejercido una influencia dominante en la política y la economía del país.
El impacto en la sociedad hondureña
A pesar del poderío económico de estas familias, la mayoría de la población hondureña vive en la pobreza. Esta desigualdad económica y social es una de las principales preocupaciones en el país, ya que contrasta con la riqueza acumulada por estas élites.